Comer pan a diario es bueno para la salud
El pan es uno de alimentos básicos de la dieta humana, pero su relación con el sobrepeso ha contribuido en muchos casos a su eliminación en la ingesta diaria de este producto en la vida de muchas personas. En España las cifras del consumo de pan en el año 1964 era de 368 gramos al día, pero en el año 2011 esta cantidad había descendido entorno a los 100 y 150 gramos al día.
Ángeles Carbajal, profesora de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, afirma que toda dieta puede y debe incluir el pan para ser equilibrada, debido a que su consumo, siempre de forma moderada, cubre las necesidades nutricionales.
Lo que dicen los organismos oficiales sobre el pan
Guías alimentarias como la de la Sociedad Española de la Nutrición Comunitaria recomiendan la ingesta de cereales en las principales comidas del día. El pan es una posibilidad dentro de estos posibles cereales. La ración sugerida se encuentra entre los 50 y los 70 gramos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la ingesta de 250 gramos al día de pan, unos 100 gramos más que el consumo medio español.
La profesora declara que “con el desarrollo económico y social a partir de la década de los 70, se produjeron cambios relacionados con el prestigio del alimento, aumentaron los datos de sobrepeso y fuentes de hidratos de carbono como el pan resultaron las primeras eliminas de as dietas para adelgazar, a pesar de que no existía ninguna base científica para ello”.
Según los últimos realizados entre la población española muestran que, en una dieta equilibrada, el consumo de 100 gramos de pan al día hacen posible mantener o incluso llegar a reducir el peso si lo comparamos con otros tipos de dieta.
El hecho de acompañar el pan con alimentos muy calóricos pudo ser punto determinante en la eliminación de la dieta de estas grasas y del pan como acompañante. Carbajal apunta a este respecto que “hacia los años 80 la calidad del pan en España como consecuencia de la producción intensiva también se resintió a diferencia de o que ha sucedido en los últimos años con la aparición de las boutiques del pan y el aumento en variedad de panes”.
El pan es un alimento tanto cuantitativamente como cualitativamente importante desde el punto de vista nutricional ya que cuenta con características como la proteína vegetal: la cual tiene un reconocido papel protector en el prevención de las enfermedades crónicas como diabetes, cáncer o enfermedades cardiovasculares; fibra, el pan contiene entre un 10% y 20%, especialmente si es integral, nutriente importante para la salud digestiva.
Hay que tener en cuenta que el consumo medio de la fibra diaria en España es de 15 a 20 gramos cuando se recomienda un consumo de 25 a 30 gramos. Los hidratos de carbono complejos también son importantes, el pan contiente entre un 50% y 60% que ayudan a mejorar el perfil calórico de la dieta.
El pan, además, contiene muy poca grasa y no tiene casi colesterol, una ración de pan, de 40 a 60 gramos, sólo aporta 80 a 110 kilocalorías, menos de un 5% de las 2.300 que hay que consumir como media.
Muy poca grasa y sin colesterol, como media, 100 gramos tienen menos de 2% o 4% de grasa natual del grano de trigo. Por ello, una ración de pan, de 40 a 60 gramos, sólo aporta entre 80 y 110 kilocalorías, menos de un 5% de las 2.300 que como media tiene que consumir un adulto que tenga una actividad física moderada.
La profesora Carbajal explica que el proceso de fermentación del pan surgió como consecuencia de la observación, ya que la combinación de levaduras salvajes y bacterias del ambiente, dieron lugar al fermento natural de masa madre cuyo uso para la producción del pan marcó un antes y un después en la historia de la fabricación del pan.
Tanto la preparación como el mantenimiento de la masa madre supone controlar unas condiciones de humedad y temperatura y seguir un proceso de fermentación de unas 24 horas, una forma de fabricación artesana que se aleja mucho de la que se lleva a cabo en la actualidad, una producción intensiva y que encarece el producto. La especialista apunta que “el uso de la levadura prensada permite, dada su fermentación más rápida, la producción de grandes cantidades de pan que alimentan a mayor número de personas”.
En los últimos años los productos biológicos producen un mayor interés en el consumidor. Desde la Asociación de Panaderías Biológicas (APB) señalan que la actuación de los Comités de Agricultural Ecológica perjudica al sector y al público al interpretar la legislación europea sobre el pan biológico a favor de la industria.
Para la APB un pan es biológico, orgánico o ecológico, si cumple estas tres características: si está elaborado con materia primas de cultivo biológico; fermentado solamente con levadura madre y si no se han usado aditivos en ningún momento del proceso de elaboración.