El futuro del sector farmacéutico

Desde el periodo que abarca los años 2008 a 2012, el sector farmacéutico se ha visto debilitado por la reducción del gasto sanitario en Europa, pero en la actualidad los laboratorios intentan restablecerse y buscan expandirse a nuevos mercados.

El futuro del sector farmacéutico, según Coface

La dependencia de la industria farmacéutica de la situación económica de los países europeos demostró ser paralizante para el sector durante la crisis de 2008 y 2009, de igual modo que ocurrió durante la crisis de la deuda soberana entre los años 2011 y 2012, afirman desde Coface, empresa especializada en el seguro de crédito y la gestión de riesgos comerciales.

La compañía también señala que, en estos momentos las farmacéuticas están invirtiendo en nichos especializados para salir del estancamiento a pesar de que se han visto especialmente debilitadas durante la crisis.

Desde Coface se apunta que “la crisis económica ha tenido un fuerte impacto negativo sobre el consumo de medicamentos en Europa, a pesar del envejecimiento de su población. De hecho, los gobiernos, principales financiadores, se han visto obligados a frenar su gasto sanitario para contener el aumento de su deuda y, por lo tanto, han limitado el reembolso de los medicamentos”,

Por lo que, el porcentaje de PIB destinado a medicamentos cayó entre 2003 y 2011 de un 14,9% a 13,4%. Sin olvidar que “la interdependencia de los países europeos en cuanto a la fijación de precios está alimentando el efecto cascada de esta caída del gasto en salud”, señalan desde Coface.

Desde la empresa francesa destacan que la década de 1980 “fue una etapa muy exitosa para la investigación y el desarrollo de fármacos conocidos en el mercado como ‘blockbusters’. Pero que “a principios de 2000, llegó a su fin la protección que proporcionaban las patentes a muchos de estos fármacos y desde 2010 la caída abrupta de las patentes ha acelerado su ritmo y será significativa hasta 2020, con un pico previsto entre 2014 y 2016”.

Coface habla de que la industria farmacéutica tendrá que apostar por un nuevo modelo orientado a los “famergentes” para dar impulso a la industria frente al aumento de las regulaciones estatales marcadas por Europa.

El análisis realizado por la compañía explica que “las empresas farmacéuticas tienen ahora que demostrar que, además de su eficacia terapéutica, el nuevo fármaco aporta un valor para el paciente en términos de calidad de vida. Estos obstáculos ralentizan el proceso de comercialización de los medicamentos en el mercado y son susceptibles de reducir el valor de reembolso de los productos de las empresas farmacéuticas”.

Las empresas farmacéuticas, con el fin de aumentar su productividad, se están reorientando hacia los países emergentes, donde el envejecimiento de la población los convierte en futuros mercados florecientes. Las últimas políticas en materia de salud de los países actualmente industrializados están facilitando un mayor acceso a la atención sanitaria.

Al contrario que ocurre con los países desarrollados, la venta de medicamentos en los países emergentes debería experimentar un crecimiento anual de dos dígitos para 2017. “Este potencial compensará parcialmente los efectos de los recortes presupuestarios en Europa. Los grandes grupos del sector están adquiriendo ahora en los países emergentes el crecimiento que les faltaba”, epunta Khalid Aït-Yahia, economista del sector de Coface.

Las empresas farmacéuticas también están adoptando la práctica de orientar su I+D hacia mercados más pequeños, pero cuentan con mayor valor. Para la aseguradora, el nicho de las patologías más complejas se ha convertido en un reposicionamiento estratégico para el sector farmacéutico. Este desarrollo tan específico implica enfermedades cuyos tratamientos son muy caros y que, generalmente, los asumen los gobiernos.