Características del embarazo psicológico

Siempre se ha hablado del gran poder que la mente y el pensamiento pueden ejercer sobre nuestra voluntad y conducta. El fuerte deseo de ser madre o el miedo al embarazo pueden sobrepasar lo límites de lo real y acabar produciendo pseudociesis o embarazo psicológico.

Qué sucede durante el embarazo psicológico

Durante el embarazo psicológico, la mujer experimenta todos los síntomas de un embarazo real, tales como nauseas y vómitos matutinos, aumento del abdomen y del pecho, amenorrea o falta de menstruación, la producción de flujo lácteo e incluso la sensación de movimientos fetales, por lo cual la percepción de un embarazo es muy real y evidente.

Por el contrario, la diferencia frente a una gestación real es que no se producen cambios hormonales, un aumento de peso mayor que en un embarazo real, el ombligo, que no se sale hacia fuera, y por supuesto la ausencia de feto.

Con un problema psicológico de base, las mujeres que padecen esta irregularidad se pueden enmarcar en varios perfiles, según los expertos: mujeres que buscan de forma desesperada llamar la atención sobre los demás, el miedo a estar embarazada o el fuerte deseo de estarlo o la fuerte necesidad de mantener a la pareja.

A través de ecografías y test de embarazo se pretenderá demostrar que el embarazo no es real, y sus consecuencias se deben tratar de la mano de un psicólogo y siempre con el apoyo de los seres queridos.

La pseudociesis también se puede dar en hombres, debido a una fuerte mimetización con la situación de su pareja, copiando todos los síntomas. Este caso se conoce como síndrome de Couvade.

La frecuencia del embarazo psicológico es de 1 por 30.000 embarazos y la media de edad es de 33 años, y se enmarca dentro de los trastornos conocidos como somatomorfos, en los que los trastornos emocionales o problemas psicológicos desembocan en alteraciones orgánicas.