Lo que deberías saber sobre el pelo

Son muchas las leyendas urbanas sobre el cabello y sus cuidados que hemos ido escuchando en bocas de nuestras madres y amigos pero, ¿conoces cuáles son ciertos y cuáles no?.

Uno de los mas propagados es el mito sobre las canas: si te arrancas una te salen siete. Este mito queda totalmente desmontado por los expertos que aclaran que de cada folículo sólo puede salir un pelo, se caiga de forma natural o se arranque. Lo que sí puede influir en la aparición de canas son las situaciones de estrés, que atacan a las partículas encargadas de darle color al cabello.

La higiene del pelo

En cuanto al uso de champús encontramos varias ideas equivocadas. No hay que cambiar cada cierto tiempo de champú, ya que el pelo no se acostumbra. Lo que podemos notar son cambios en el pelo por los cambios de estación o el clima, por lo que podemos adaptar el champú que usemos a esas necesidades específicas, como por ejemplo usar en verano un champú más hidratante para contrarrestar los efectos dañinos del sol y el cloro. La negativa al uso del champú sólo va a conseguir que tengamos más predisposición a contraer infecciones, ya que el cuero cabelludo almacena residuos de productos que usamos al peinarnos, como lacas y gominas, y no conseguiremos regular el nivel de grasa del cabello, que es puramente hormonal y depende de cada persona. Al lavarnos el pelo, no está demostrado científicamente que aclararnos con agua fría hará que nuestra melena luzca más brillante.

Cepillarnos el cabello no va a dar como resultado que se nos caiga más el pelo, ni cortarnos las puntas hará que nos crezca más rápido y más fuerte. Sí debemos tener cuidado con el uso de gomas, especialmente para evitar que tiren con exceso del cabello, y horquillas, intentando evitar que se claven en la cabeza y produzcan alguna herida.

La temida calvicie también se acompaña de leyendas. Que nuestro padre sea calvo no significa que nosotros lo vayamos a ser, ya que para empezar, la madre es la portadora del “gen de la calvicie”, y no depende de ningún patrón temporal claro. Influye más en la caída la dieta y el estilo de vida.