¿Por qué duele tanto el parto?
Cuando el embarazo está llegando a su fin, son muchas las mamás a las que les invaden las dudas sobre el momento del parto: “¿Sabré hacerlo?”, “¿Saldrá todo bien?”, “¿Podré soportarlo?”, y la pregunta del millón: “¿Duele mucho?” Hoy en Farmacias.com os explicamos por qué resulta doloroso el ansiado momento de conocer al bebé para las parturientas, aunque, os recordamos que el dolor es algo muy subjetivo y cada mujer es un mundo.
Todos sabemos que la naturaleza es muy sabia, pero, hay una pregunta clave, y es por qué la pelvis de la mujer no está preparada para que el nacimiento de sus hijos se realice más fácilmente. Bien, aquí se produce lo que podríamos considerar un dilema de nuestra evolución. Y es que, que la pelvis sea estrecha facilita que podamos caminar sobre dos piernas, pero, esto hace que la expulsión del pequeño sea más atareada.
Si comparamos el parto del ser humano con el de otra especie animal, es mucho más doloroso y largo, ya que, de media, suele durar unas nueve horas, y es necesaria la intervención de otra persona. También nacemos más indefensos, y son imprescindibles los cuidados de los papás para la supervivencia del pequeño.
Los expertos tienen una hipótesis sobre este dilema: la naturaleza permite al bebé estar en el útero de su mamá hasta que sea viable que el cráneo pase por el cuello uterino, aunque resulte muy doloroso para la mujer.
¿Qué diferencia al dolor del parto?
Hemos de decir que nadie mejor que las mamás son capaces de definir ese dolor que se experimenta en el momento del parto, y cada mujer puede sentirlo de diferente manera. Vamos a intentar definir un poco en qué consiste:
- Ritmo: Una de las diferencias entre este dolor y otro cualquiera es su ritmo. Es una especie de montaña rusa, porque hay continuas contracciones y expansiones, momentos de dolor que se alternan con otros de bienestar, así como aceleraciones y ralentizaciones. Este vaivén de sensaciones es el que hace que el cuerpo de la mamá se adapte para el momento de conocer al pequeño.
- Estiramiento del cuello del útero: Este es el origen del dolor. El útero de la mamá se dilata y se estira para facilitar el paso del bebé.
- Alternación de momentos de dolor con otros de bienestar: La parturienta no experimenta la misma intensidad de dolor durante todo el proceso, pues hay pausas. En ellas, el cuerpo genera encefalinas y endorfinas, que son inhibidoras del dolor y le dan fuerzas a la madre.
- Estiramiento de los ligamentos del útero: Cuando el casi ya recién nacido pasa por el canal del parto, el útero de la mamá se estira, a la vez que las raíces nerviosas y las articulaciones de la pelvis se comprimen.
- Expulsión: Su dolor es producido por la dilatación, el estiramiento y la distención tanto de la vulva como del periné. Esto significa que la intensidad se equiparará a la de la contracción.
Seguro que muchas de vosotras habéis escuchado, o lo habéis experimentado, eso del subidón cuando el bebé ya ha llegado al mundo. En los partos en los que no se ha recurrido a la epidural y los que han ido como la seda, la madre suele encontrarse perfectamente cuando ya ha finalizado debido a la liberación de endorfinas. ¡Perfecto para disfrutar del recién nacido!
Desde Farmacias.com estamos seguros de que la experiencia de traer un bebé al mundo debe ser de las más bonitas que puede vivir una mujer. Y para las que estéis a punto de dar a luz, ¡Mucho ánimo! Estamos convencidos de que lo haréis genial.
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