Durante los últimos dos años hemos presenciado cómo han comenzado a llegar al mercado dispositivos electrónicos de uso personal diseñados para ayudarnos a conocer nuestro estado físico a través de una especie de análisis médicos. Primero aterrizaron los cuantificadores personales de marcas como Fitbit o Jawbone, y después han ido saliendo otros medidores de actividad, como las pulseras de Sony y Samsung, entre otras marcas. El fabricante surcoreano, de hecho, ha ido un paso más allá al dotar a su último smartphone, el Galaxy S5, de un pulsómetro. Solo tenemos que colocar uno de nuestros dedos sobre la parte trasera del móvil y listo.
Por otra parte, Apple ha desvelado que iOS 8, su próximo sistema operativo para iPhone e iPad, también cuidará de nuestra salud. iOS Incorporará HealthKit, un repositorio que ofrece a los usuarios información acerca de su actividad física y su salud. Los datos pueden ser también tomados por apps de otras compañías (durante la presentación mencionaron a Nike), estarán protegidos y serán completamente privados. Además, la firma de la manzana espera que esa información resulte de utilidad en el tratamiento clínico de las personas que padezcan alguna enfermedad. Sin embargo, por muy atractivos que nos parezcan estos dispositivos, este mercado acaba de nacer, lo que nos permite entrever que lo mejor está por venir.
¿Es posible realizar análisis médicos con el smartphone?
Afortunadamente, no tendremos que esperar mucho para ser testigos de una auténtica revolución. En la avanzadilla de esta nueva hornada de productos estará, sin duda, Cue, un pequeño monitor de salud personal y análisis capaz de proporcionarnos información muy detallada no solo acerca de nuestro estado físico, sino también de nuestra salud. Utilizando este ingenioso dispositivo podremos conocer nuestro nivel de testosterona y vitamina D, si tenemos fiebre, el grado de fertilidad y muchos parámetros más. Incluso averiguaremos en un momento si hemos cogido la gripe. Que un dispositivo no mucho más grande que una cajetilla de tabaco sea capaz de hacer todo esto parece un pequeño milagro.
Lo único que tendremos que hacer para que Cue nos ofrezca toda esta información es proporcionarle una pequeña muestra de saliva, secreciones nasales o una gota de sangre. Solo eso. A partir de ese momento este ingenio la analizará y generará la misma información que obtendríamos si hubiésemos llevado nuestra muestra a un laboratorio. Pero para que Cue nos resulte realmente útil deberá contar con un valioso aliado: nuestro teléfono móvil. Sin él, los datos que genera el monitor de salud permanecerán en su interior y no nos resultarán útiles para conocer nuestro estado físico y tomar decisiones al respecto.
En cualquier caso, no tenemos por qué preocuparnos. Lo único que tendremos que hacer es instalar en nuestro smartphone una app específica diseñada para comunicarse con Cue y recibir toda la información que este dispositivo generará después de analizar nuestras muestras fisiológicas. Una vez que los datos estén en nuestro teléfono, esta app nos los mostrará bien organizados, en forma de gráficas que nos permitirán conocer cómo está evolucionando nuestra salud. Y, además, nos sugerirá qué debemos hacer para mejorar nuestro estado físico. Cue pone el laboratorio, y nuestro móvil el «cerebro».