Un páncreas artificial para la diabetes de tipo 1

Algún mecanismo para facilitar la vida de los diabéticos y hacerla un poco menos incómoda con tantas inyecciones. Esa es la reclamación que llevan haciendo desde hace mucho tiempo las personas que sufren de diabetes y a lo que se han dedicado a lo largo de los últimos años muchos recursos científicos, no sabemos si puede decir lo mismo de los recursos económicos, ya que todos sabemos lo difícil que está la financiación en el mundo de la investigación científica.

En este caso, los beneficiados serán los enfermos que sufran de diabetes tipo 1, y es que en Estados Unidos se ha aprobado la utilización de un páncreas artificial que lleva por nombre MiniMed 670G.

Funcionamiento del páncreas artificial

Este páncreas artificial es una bomba de insulina que de manera inalámbrica se conecta a un sensor subcutáneo que cada cinco minutos mide el nivel de azúcar en sangre. Este páncreas artificial está compuesto por una bomba de fármacos, un sensor para medir el azúcar en sangre y un tubo para administrar la insulina.

Con cada medición del azúcar en sangre que realiza, el sensor es capaz de suministrar o retener la insulina en función de los datos que ha detectado. Aun así, este páncreas artificial no evita que los enfermos sigan teniendo que aumentar de manera manual la insulina antes de las comidas o calcular la cantidad de hidratos de carbono que se van a ingerir para indicárselo al páncreas artificial y que esta así pueda compensar, al igual que se hace ahora con las inyecciones.

Según los fabricantes de este páncreas artificial, el algoritmo con el que cuenta esta nueva bomba de insulina va aprendiendo con el paso de los análisis, lo que le permite ajustarse de manera mucho más precisa a las necesidades, a lo que hay que sumarle la gran ventaja de que funcione de manera automática.

El páncreas artificial aprobado en Estados Unidos

Los encargados de la regulación de salud en Estados Unidos han aprobado la utilización de este primer páncreas artificial para pacientes con diabetes de tipo 1, la clase que más se suele diagnosticar durante la infancia. Estos pacientes tenían que administrarse la insulina con varias inyecciones a lo largo del día.

El problema para estos pacientes es que su páncreas no es capaz de fabricar insulina, una hormona muy necesaria para poder transformar la comida en energía para el cuerpo. Y, la gran novedad, es que hasta ahora existían ya bombas de insulina, pero estas iban aportando cantidades constantes de insulina, por lo que los pacientes debían vigilar los niveles de azúcar y darse más insulina si estos se disparaban. Algo que el páncreas artificial MiniMed 670G hará de manera automática.

El páncreas artificial tiene el tamaño de una baraja de cartas y puede llevarse colgado en el cinturón o, incluso, en el bolsillo. Se ha aprobado tras un estudio realizado con más de 120 pacientes que sufrían de diabetes de tipo 1. Este estudio no registró ningún efecto adverso, lo que lo hace totalmente seguro para pacientes mayores de 14 años.

No se trata de la solución definitiva, ya que el sensor hay que cambiarlo cada semana y se deben realizar calibraciones de manera periódica, aunque el tubo por el cual se inyecta la insulina si puede aguantar puesto entre dos y tres años. Aún puede parecer un poco engorro al tener que llevarla colgada, pero recordemos que este tipo de avances van mejorando poco a poco la vida de los enfermos de diabetes.


Otros artículos que te pueden interesar:

- Diabetes tipo 2 y antibióticos, ¿relacionados?

- Dormir más reduce el riesgo de diabetes

- Alternativas al azúcar, ¿es posible?