Uso del aire acondicionado: efectos sobre la salud
El uso de aire acondicionado es posiblemente uno de los máximos exponentes del nivel de confort que tienen las personas durante los meses en los que más aprieta el calor. Pero esto también ha tenido un efecto significativo sobre la salud de muchas personas, de hecho, según los profesionales médicos casi un 40% de las consultas que se realizan en verano están directamente relacionadas con un inadecuado uso del aire acondicionado.
Y no solo son los hogares los que hacen uso del aire acondicionado, debido a las altas temperaturas, que nos hace vivir prácticamente por encima de los 30º C de forma continua, los edificios públicos también se ven obligados a contar con equipos de climatización centralizados. Por ello, existe una legislación laboral que indica que la temperatura para estos lugares públicos se establece entre los 24º y los 26º C.
Uso del aire acondicionado: la importancia del mantenimiento y el buen uso
Como cualquier aparato, el uso del aire acondicionado nos obliga a seguir ciertas conductas de mantenimiento que ayuden a mantener las correctas condiciones de salud. Es importante que cuando se vaya a volver a usar cada año se proceda a revisar y limpiar los filtros. Estos pueden tener acumulados gérmenes y hongos que pueden ser muy dañinos para la salud.
Un incorrecto uso del aire acondicionado puede desencadenar en resfriados veraniegos, inflamaciones de nariz o garganta, infecciones respiratorias, problemas musculares, asma o dolores de cabeza. Sin entrar en la “típica noticia de verano” de la famosa legionelosis.
A la hora de proceder al uso del aire acondicionado es importante seguir unos sencillos, pero importantes, consejos que harán que nuestra salud se vea afectada lo menos posible. El primero es saber que no se debe de dirigir directamente sobre las personas, evitando así las corrientes perjudiciales y los cambios bruscos de temperatura. Tampoco conviene dormir toda la noche con el aire acondicionado encendido, además de por la salud por el propio consumo energético que el aparato realiza. En caso de que no puedas dormir y tengas que hacer uso del aire acondicionado recuerda mantenerlo a unos 26ºC para reducir el coste económico casi a la mitad.
No tiene ningún sentido que bajes mucho la temperatura y tener que vestir alguna prenda de abrigo en casa. Es aconsejable poner una temperatura más alta y poder ir por casa con un tipo de ropa más ligera. Recuerda también mantener puertas y ventanas cerradas con el fin de que no se escape el aire frío, se trata de refrescar tu casa, no la calle.
Efectos sobre la salud del uso del aire acondicionado
Como hemos dicho antes, el uso del aire acondicionado durante el verano puede desembocar en molestos resfriados veraniegos, sequedad ambiental que llevará a tener molestias en garganta y nariz o irritación y sequedad de los ojos. Los cambios bruscos de temperatura entre lugares fríos y calientes, puede producir lo que se conoce como “efecto botijo”, que se manifiesta con mareos y exceso de sudoración.
Otra zona del cuerpo que se puede ver afectada por el uso del aire acondicionado son los pulmones. Debido a la sequedad del ambiente y a estar respirando constantemente el aire frío, los bronquios se pueden irritar, lo que es especialmente peligroso para las personas que sufren de asma. Molestias como las contracturas musculares o la tortícolis también pueden ser producto de las corrientes de aire frío. Si aparece alguna de estas molestias recuerda acudir a la consulta de un profesional médico.
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