Ácido fólico en el embarazo: ¿Cómo y cuándo tomarlo?
Si estás pensando en tener un bebé, o ya estás embarazada, seguro que te han dicho que debes tomar ácido fólico, pero, ¿Sabes realmente por qué debes hacerlo? El ácido fólico es fundamental en la gestación ya que es la versión sintética de la vitamina B9, que también conocemos como folato, y puede prevenir la aparición de defectos congénitos tanto en el cerebro como en la columna vertebral del bebé.
Los defectos que aparecen en el tubo neural con frecuencia lo hacen durante una etapa temprana del desarrollo del bebé, puede incluso que antes de que sepas que estás embarazada. Por eso se recomienda tomar ácido fólico desde que se piensa en concebir.
Los médicos recomiendan que comencemos a tomar ácido fólico tres meses antes del embarazo. Muchas sabréis que concebir a un bebé no es una tarea fácil, y que a veces los pequeños se hacen esperar, pero, no te preocupes, el ácido fólico no tiene efectos secundarios. Por supuesto, todo ello lo debes consultar siempre con tu médico de cabecera y tu farmacéutico.
El ácido fólico es realmente importante en el desarrollo de los pequeños, ya que, tal y como reflejan estudios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, las futuras mamás que lo toman desde que están pensando en quedarse embarazadas, reducen en hasta un 70% el riesgo de que su hijo desarrolle defectos del tubo neural.
¿Cómo tomar ácido fólico?
El ácido fólico lo podéis encontrar en alimentos como vegetales de hojas verdes, frutas, nueces, guisantes secos, panes enriquecidos, cereales, y demás productos que estén elaborados con granos. Si no es suficiente el ácido fólico que se obtiene de los alimentos, en las farmacias podéis adquirir suplementos alimenticios.
Sin embargo, no es suficiente tener una dieta rica en folatos para cubrir las dosis necesarias en esta etapa de la vida. El motivo es que aproximadamente el 70% de los folatos presentes en los alimentos desaparecen por la cocción, el calor, el aire, incluso por el tiempo que los tengamos guardados en casa. Por ejemplo, las verduras pierden hasta el 80% cuando las cocinamos.
Estos folatos naturales son absorbidos peor que los que se derivan artificialmente, porque el organismo necesita metabolizarlos de forma previa. Por ello se calcula que únicamente se aprovecha el 25% o 50% de la vitamina B9 que tomamos a través de los alimentos. ¿Lo mejor? Combinar ambas cosas, es decir, darle importancia en nuestra dieta a los cereales integrales, verduras y frutas, y tomar además un suplemento vitamínico.
Desde Farmacias.com recordamos que el primer paso siempre es consultar con tu médico de cabecera y con tu farmacéutico de confianza.
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