La depresión es uno de los mayores males de la sociedad actual, y los smartphones se están consolidando como herramientas muy útiles en aplicaciones que nada tienen que ver con aquellas para las que parecían diseñados. Que utilicemos nuestros móviles para comunicarnos, navegar por Internet, reproducir vídeos, guiarnos y tomar fotografías, entre muchos otros usos, entra dentro de lo que podemos esperar de un dispositivo que realmente es un pequeño ordenador.
Sin embargo, también se están desarrollando nuevas oportunidades asociadas a los móviles en un campo tan delicado e importante como es la salud mental. Sí, aunque parezca extraño, nuestro smartphone puede ayudarnos a superar con éxito una depresión. Solo necesitamos conocer las apps adecuadas y tener un mínimo de implicación.
Algunas apps diseñadas expresamente por psicólogos, son como un asistente del terapeuta e inciden en la necesidad de reforzar los propósitos y las metas que todos, y especialmente las personas que padecen una depresión, debemos preservar a lo largo de nuestra vida. Pero no todas tienen este perfil. Otras son simples juegos diseñados para obligar al «paciente» a esbozar una sonrisa y, así, recordarle que la vida también puede depararnos momentos de felicidad que no debemos dejar escapar.
Algunas tienen como objetivo ayudar al enfermo a expresar lo que siente, unos sentimientos que a veces es difícil describir con palabras, por lo que ciertas apps recurren a elementos visuales que son fáciles de identificar por la persona que sufre la depresión, y que pueden resultar de gran ayuda para aliviar el estrés.
Otra estrategia utilizada por algunas apps para combatir la depresión consiste en ayudar a los enfermos a detectar y paliar los pensamientos irracionales que normalmente conducen a la desesperación y el abatimiento. Suelen recurrir a la terapia cognitiva, por lo que detrás del desarrollo de estas apps suelen estar psicólogos expertos en comportamiento. Y algunas han sido diseñadas para actuar como un monitor que permite al usuario conocer su estado de ánimo, su nivel de ansiedad, e, incluso, si puede estar sufriendo un brote bipolar o un desorden de estrés postraumático a partir de una serie de preguntas que van apareciendo en la pantalla de su smartphone.