Una de las peculiaridades que caracterizan al ser humano es su capacidad para llorar. Grandes y pequeños, niños y mayores, hombres y mujeres, comparten esas lágrimas de tristeza, de emoción, de felicidad… que, según los expertos, son una respuesta fisiológica de nuestro organismo y una válvula natural para aliviar el exceso de tensión.
Hoy en el blog de Farmacias.com queremos compartir contigo algunas curiosidades sobre las lágrimas y sobre uno de los actos más humanos, tiernos y contagiosos del mundo: llorar.
Llorar, el mejor calmante natural.
Los dos objetivos fundamentales del acto de llorar, de verter lágrimas, son limpiar el conducto lagrimal y mantener oxigenado y en perfecto estado de lubricación y humectación el globo ocular. Bien, pero llorar (y esto los niños lo saben muy bien) también tiene un efecto secundario excelente para nuestra salud física y mental: nos calma.
Con cada una de las lágrimas que vertemos al llorar, nuestro organismo se deshace del exceso de adrenalina y noradrenalina, dos hormonas que provocan el aumento de nuestra presión arterial y de nuestro ritmo cardiaco. De esta forma, llorar es la forma más económica, natural y sencilla que tenemos para aliviar ese estrés negativo que tanto daño nos hace en nuestra vida laboral, social o familiar.
Una lágrima con tres capas.
Aunque nos confunda su apariencia de agüilla y su sabor salado, nuestras lágrimas no se componen solo de agua y sal. Si pudiéramos adentrarnos en su interior, veríamos que cada lágrima tiene tres capas: una exterior de tacto graso que impide que la lágrima se evapore antes de cumplir sus funciones de limpieza e hidratación; una capa media, más líquida y acuosa y que contiene múltiples minerales y hormonas y, por último, una tercera capa, la más profunda, compuesta de mucosa y que consigue que nuestras membranas oculares estén bien hidratadas.
Menos lágrimas con la edad.
Todos sabemos que al envejecer nuestros sentidos – la vista, el gusto, el olfato…- pierden parte de esa agudeza que hemos disfrutado en otras etapas de nuestra vida, pero muchos desconocen una de las curiosidades más interesantes sobre las lágrimas: que las personas ancianas lloran menos. Esta afección ocular se denomina coloquialmente “ojos secos crónicos” y la explicación médica es bastante simple: las glándulas lacrimales de los organismos avejentados pierden la capacidad de generar lágrimas a los mismos niveles que durante la infancia, la juventud y la edad madura.
Afortunadamente, en las farmacias podemos encontrar diversas lágrimas artificiales para calmar los ojos secos crónicos, enrojecidos o irritados. Así que, si no puedes llorar lo suficiente, no te preocupes, consulta ahora dónde está la farmacia más cercana con la App gratuita de Farmacias.com.