Motivo de chanza entre los amigos, de peleas fraternales, de expulsiones de dormitorios compartidos… el olor de pies es uno de esos males extendidos que sufren muchísimas personas y, por supuesto, su entorno más cercano.
Hoy en el blog de Farmacias.com hablamos de pies apestosos, de ese olor intenso a queso que, aunque no afecte directamente a tu salud, sí que es una de esas curiosidades, de esas preguntas que todos nos hacemos alguna vez.
El pequeño culpable: la bacteria
Parece mentira que un ser microscópico pueda provocar tantos gritos y quejas cuando alguien se quita los zapatos, pero así es: las bacterias que viven en nuestros pies son las responsables de su mal olor. Como bien sabes, la piel del cuerpo humano alberga multitud de bacterias diferentes, muchas de ellas beneficiosas para nuestra salud.
Estas bacterias se alimentan de las células muertas de la piel y, también, de nuestro sudor. Nuestros pies tienen nada más y nada menos que un cuarto de millón de glándulas sudoríparas, glándulas que son capaces de expulsar hasta medio litro diario de rico, jugoso y lleno de nutrientes sudor. Esa fuente inagotable de alimento atrae a muchísimas más bacterias que la piel de otras zonas de nuestro cuerpo como, por ejemplo, los antebrazos o los hombros.
Después de alimentarse, las bacterias emiten desechos, excedentes que solos o combinados producen mal olor. Si multiplicas el número de bacterias por el número de los desechos que expulsa cada una y, además, introduces en la fórmula el ambiente normalmente cerrado, húmedo y oscuro en el que pasan horas y horas nuestros queridos pies, el resultado será obvio: olor a queso.
El famoso olor a queso
Una de las curiosidades más habituales acerca del olor a pies es su peculiar aroma a queso. La respuesta de esta “fragancia” la encontramos en tres de los compuestos que emiten las bacterias, el metanotiol, el ácido isovalérico y el ácido propiónico o propanoico.
El metanoliol es un gas que también está presente en ciertos alimentos como el queso; el ácido isovalérico se caracteriza por poseer un olor a queso bien curado y, por último, el ácido propiónico es un gas incoloro con un olor que podríamos definir como ácido, agrio o áspero y que cuando se junta con el metanotiol y el ácido isovalérico multiplica su mal olor.
¿Qué podemos hacer ante el problema del mal olor de pies?
Lavarlos a diario con un jabón antibacteriano, utilizar medias y calcetines de algodón fino, ventilar bien los zapatos después de utilizarlos, o preguntar a tu farmacéutico por un buen desodorante para pies como los de Dr. Scholl, Podosan, Interapothek, o el desodorante de pies 3 en 1 de Neutrógena.
También existen soluciones en polvos, plantillas especiales y sprays de Devor Olor. Y otro producto muy recomendable es Saltratos. En cualquier caso, es recomendable que consultes con tu farmacéutico qué es lo que más te conviene a ti en particular, en función de tus hábitos y necesidades.
Por cierto ¿quieres localizar la farmacia más cercana donde encontrar un buen desodorante para pies? Utiliza la app de Farmacias.com, tu blog de salud.