Durante el embarazo, es primordial adaptar las rutinas de belleza para sentirnos más guapas durante este periodo de cambios tanto físicos como psicológicos, teniendo en cuenta que la constancia y la prevención deben ser las directrices a las que no podemos faltar.

Debemos empezar por adaptar todos los productos y terapias cosméticas a las nuevas necesidades, ya que todo influye directamente en el bebé. No es necesario abandonar los hábitos que tengamos, sino preguntarnos qué es lo que realmente necesitamos o nos apetece hacer para sentirnos mejor con nosotras mismas.

Cómo cuidar la piel durante el embarazo

Hay que tener precaución con los productos y los químicos que los componen, ya que pueden resultar perjudiciales para el bebé, como algunas cremas anticelulíticas, los tintes o las lacas. También tenemos que tener en cuenta que el olfato se vuelve más sensible, por lo que podemos cogerle aprensión a algunos productos. Los productos naturales pueden ser una muy buena alternativa, ya que carecen de ingredientes tóxicos.

Debemos evitar también la exposición al sol y el exceso de calor, para evitar las manchas oscuras en el rostro debido a los cambios hormonales, y el riesgo de aborto, que se incrementa con las altas temperaturas. Se desaconsejan también cualquier tratamiento con aparatología, como la presoterapia, y los aceites esenciales, que pueden penetrar hasta el bebé debido a su fácil absorción.

Sí se recomiendan los tratamientos manuales, masajes antiestrías, para eliminar el dolor lumbar, peelings… que ayudarán también a mejorar el estado de humor. Durante el embarazo, el deporte es fundamental, siempre de manera moderada y evitando deportes de impacto. Las actividades como yoga, pilates o natación aportan muchos beneficios durante el embarazo, ya que nos ayudan a estirar los músculos, mantener su flexibilidad y corregir la postura. Para favorecer la circulación es primordial caminar a diario, varias veces a lo largo de la jornada y en intervalos cortos. Te ayudará a liberar estrés y a sentirte más relajada.

Dos zonas que debemos cuidar especialmente son el pecho y el abdomen, ya que son las más afectadas durante el embarazo. Aquí entran en juego tanto los productos tópicos como la dieta, que debe ser más rica en vitamina E durante la gestación. No debemos dejar de lado la hidratación, pues evitará las estrías, la celulitis y las varices.

Hay que cuidar, además del deporte y la alimentación, el peso. Lo normal es aumentar entre 9 y 15 kilos durante el embarazo, aunque depende de cada mujer.

El embarazo conlleva también ciertos cambios que nos benefician en cuanto a estética se refiere: las uñas crecen más rápido, el cabello es más brillante y abundante, la piel se sonrosa debido a las hormonas y se ilumina de forma especial.

No olvides elegir ropa que te favorezca especialmente y te haga sentir bella, que no apriete y te resulte cómoda: pantalones de premamá, vestidos frescos, leggins y camisas largas por ejemplo. Los colores… los que más te apetezcan y favorezcan. Igual con los zapatos, que sean cómodos y con poco tacón.

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