Supones que con la sobre exposición que existe actualmente, habrás escuchado más de una, y de dos veces, la atención que debemos prestar a nuestra alimentación y el cuidado que hay que tener con los alimentos procesados que se pueden comprar en cualquier tienda. En los últimos años habrás escuchado o leído este mensaje hasta la saciedad. Pero a pesar de esto, es necesario seguir poniendo atención sobre este tema, e intentar luchar contra ello con la mejor herramienta que tenemos a nuestro alcance: el conocimiento.
Cuando hablamos de alimentos procesados, nos referimos a aquel producto que ha sido sometido a un proceso de transformación o elaboración. Cierto es que, de una manera o de otra, todos los alimentos que acabamos consumiendo han sido procesados. Por eso, en este caso nos vamos a referir a los alimentos que han sido altamente procesados. Porque no es lo mismo el proceso que sufre una manzana al ser recogida del árbol y envasada para su posterior venta, que el de un producto de bollería industrial.
Localiza los alimentos procesados
¿Cómo identificarlos? Realmente no es tan difícil como puedes pensar, presta atención a estos indicativos:
- Su etiqueta suele ser muy larga: para evitar los alimentos procesados, busca aquellos que no tienen un gran número de ingredientes.
- Llevan anuncios sobre salud: un brócoli no necesita llevar una etiqueta para contarte lo sano que es. Siempre intentarán desviar la atención de, por ejemplo, la gran cantidad de grasas saturadas que tiene, con un cartel que llame la atención sobre que es rico en calcio.
- Van envasadas: no puede tener pérdida. Los productos frescos que no han sido procesados no necesitan llevar ningún tipo de envase.
¿Por qué huir de los alimentos procesados?
1 – Ricos en carbohidratos refinados.
Un arma de doble filo, ya que este tipo de alimentos procesados también participan en el sistema de recompensa de nuestro cerebro. Pero a su vez, también provocan súbitas elevaciones de la glucosa en la sangre seguida de una brusca bajada que termina con la vuelta del hambre al poco tiempo. No te fíes de los alimentos procesados que dicen ser ricos en fibra, muchos son cereales refinados a los que posteriormente se les ha añadido fibra. Opta por otro tipo de alimentos feculentos como pueden ser los cereales enteros, los tubérculos o las legumbres.
2 – Durante el proceso, se eliminan nutrientes.
Fibra, hierro y otras vitaminas y minerales comienzan a desaparecer una vez comienza este procesado. ¿Las razones? Principalmente dos: mejorar la textura de los alimentos y hacer que su vida útil sea bastante más larga. Eliminar el consumo de estos nutrientes en nuestra dieta puede ocasionar un mayor riesgo de estreñimiento e, incluso, de cáncer de colon. Evita los alimentos procesados y consume frutas y verduras para contar con todos estos nutrientes.
3 – Alimentos ricos en sal, azúcar y grasa.
Y no precisamente de la mejor calidad posible. Las grasas en muchos de los casos proceden de aceites vegetales de baja calidad y que muchas veces han sido hidrogenadas, convirtiéndolas en grasas trans, mucho peores que cualquier grasa saturada para el organismo y, sobre todo, para el sistema cardiovascular.
4 – Pueden llegar a ser adictivos
No pienses que el anterior punto se lleva a cabo de manera gratuita, todo tiene un porqué. De manera deliberada se intenta mejorar el sabor de los alimentos procesados, para que gusten y queramos más. Este es uno de los motivos de más peso para mantener estos productos alejados de las dietas de los niños. Toda esa azúcar activa el sistema de recompensa del cerebro, responsable de hacernos comer para sentirnos bien, con el riesgo de desarrollar comportamientos adictivos que ello conlleva.
5 – Sociedades enteras pueden enfermar
Con el aumento de la globalización, son muchas las sociedades que han ido adquiriendo el modelo de alimentación occidental, repleto de alimentos procesados. Cada vez que este proceso comienza, viene acompañado de un espectacular aumento de enfermedades que hasta el momento apenas tenían incidencia: obesidad, diabetes o hipertensión son solo algunas de ellas. Y lo mismo ocurre cuando una persona llega nueva a una cultura en la que el consumo de alimentos procesados es mayor. Los genes importan, pero la alimentación es la que prevalece.
Después de saber todo esto, desde Farmacias.com te recordamos algo que ya hemos hecho en varios artículos: come sano, lleva una dieta equilibrada y realiza ejercicio físico. Al fin y al cabo, come comida real, cocina tus propios alimentos tantos como puedas y huye de manera tajante de la vida sedentaria. Cosas que tantas veces hemos escuchado, pero que, por una cosa u otra, no es capaz de concienciar a las personas.
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