Hoy se celebra el Día Mundial de la Salud, con la celebración de este día se pretende concienciar a la población sobre la necesaria inocuidad de los alimentos, bajo el lema “Alimentos inocuos: de la granja al plato”. En Farmacias.com aprovechamos para hablaros sobre todo lo puede ayudar a garantizar que lo que comemos es sano.
Cuida bien todos los alimentos que consumes
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, los alimentos insalubres están relacionados con la muerte de cerca de dos millones de personas al año, de los cuales la gran mayoría son niños. Los alimentos que contienen bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas nocivas causan más de 200 enfermedades, que pueden ir desde la diarrea hasta el cáncer.
La OMS aprovecha esta fecha tan señalada para fomentar 10 medidas destinadas a mejorar la inocuidad de los alimentos a lo largo de toda la cadena, desde la granja o la huerta al plato.
Destacan cinco claves promovidas por el Departamento de Inocuidad de los Alimentos, Zoonosis y Enfermedades de Transmisión Alimentaria de la OMS; además de medidas para garantizar la inocuidad de los alimentos, desde esta organización se recuerda la importancia de seguir un estilo de vida saludable, alejada de excesos alimenticios, sedentarismo, tabaco o falta de sueño:
1. Limpieza: Lavarse las manos antes de preparar los alimentos, además de hacerlo durante la preparación de los mismos. También es necesario hacerlo después de ir al baño, tocar basura, sonarse la nariz, fumar o después de interactuar con mascotas. Es necesario lavar y desinfectar las superficies y elementos que hayan intervenido en la preparación de alimentos.
2. Diferencia entre alimentos crudos y cocinados: Es indispensable separar carnes rojas, carne de ave y pescados crudos del resto de los alimentos. Desde la OMS aconsejan usar equipos y utensilios diferentes, como cuchillos y tablas de cortar para manipular los alimentos crudos. Para conservar los alimentos, se utilizarán recipientes distintos y así evitar el contacto entre los crudos y los cocinados, ya que los crudos pueden contener microorganismos peligrosos que pueden transmitirse a otros alimentos durante la preparación o la conservación.
3. Cocinar correctamente los alimentos: Con especial hincapié en carnes rojas, carne de ave, huevos y pescado. Los alimentos como sopas y guisos se recomienda calentarlos hasta que hayan alcanzado los 70ºC. Los jugos de las carnes rojas y de ave han de ser claros y no rosados. En cuanto a los alimentos cocinados, a la hora de recalentarlos hay que hacerlo de forma completa. Cabe recordar también que se debe evitar la cocción excesiva de los alimentos al freírlos o cocinarlos a la plancha o al horno, ya que se pueden producir sustancias químicas tóxicas.
4. Utilizar temperaturas seguras para los alimentos: No se deben dejar alimentos cocinados a temperatura ambiente durante más de dos horas. Hay que refrigerar lo antes posible los alimentos cocinados y los perecederos. Se aconseja mantener la comida muy caliente y no guardar alimentos durante mucho tiempo, aunque sea en el refrigerador. A temperaturas inferiores a los 5°C o superiores a los 60°C, el crecimiento microbiano se ralentiza o se detiene.
5. Usar materias primas seguras: En el caso del agua, si esta no es segura, hay que tratarla para que así lo sea. Se aconseja seleccionar alimentos sanos y frescos y alimentos que hayan sido procesados para su inocuidad, como la leche pasteurizada. La fruta, la verdura y las hortalizas deben lavarse muy bien, sobre todo si se consumen crudas. Para reducir el riesgo hay que tener especial cuidad la selección de las materias primas y la adopción de medidas simples como el lavado y el pelado.
6. Dieta equilibrada. La variedad de alimentos, ingeridos en cantidades adecuadas a nuestras características físicas es esencial para la salud, por ellos se aconseja moderar el consumo de carnes grasas, pastelería, bollería, azúcares y bebidas refrescantes. También se recomienda ingerir diariamente derivados de cereales y patatas, verduras, hortalizas, frutas, leche y derivados lácteos, y aceite de oliva.
7. Realizar ejercicio físico: Es completamente necesario para mantener el tono y la masa muscular, y así evitar problemas posturales y dolores de espalda. De esta forma se disminuye la presión arterial, favorece un nivel adecuado de azúcar en sangre, refuerza el sistema inmunitario, mejora el estado de ánimo, reduce las posibilidades de depresión y ayuda a mantener el apetito. Se recomienda realizar un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física, en el caso de la población infantil y adolescente, y entre unos 30-60 minutos al día en adultos.
8. Descansar correctamente: Dormir adecuadamente es un factor fundamental ya que, durante su transcurso, se suceden procesos metabólicos vitales que repercuten en nuestra vida diaria activa. La recomendación es dormir de siete a nueve horas al día.
9. Higiene personal: Gracias al baño evitamos que aparezcan bacterias y gérmenes que afecten a la salud de nuestra piel. Concretamente, la higiene en las manos es la mejor barrera para evitar muchas enfermedades debido a que es la vía de contacto más habitual con las bacterias. Otro punto importante es la limpieza bucodental diaria, que resulta fundamental para evitar infecciones.
10. Dejar a un lado los malos hábitos: El tabaco, el alcohol o el sedentarismo son hábitos insalubres que ponen en peligro el organismo human. El consumo de cigarrillos se considera una drogodependencia y su consumo crónico implica una alta toxicidad. Por su parte, un consumo prolongado de alcohol aumenta la probabilidad de sangrado de esófago, inflamación y daños en hígado y páncreas, desnutrición o cáncer de esófago, colon, cabeza, cuello o mamas.
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