Aunque no lo creas, en tu intestino viven más de 400 especies distintas de bacterias, lo que se conoce como la Flora Intestinal. Dentro de esta gran cantidad de bacterias, hay algunas que son benignas y otras que sí que tienen efectos nocivos para la salud humana, aunque por regla general suelen habitar en equilibrio. Aunque lo cierto es que este equilibrio se tambalea al sufrir circunstancias como una mala alimentación, hábitos no saludables, la toma de antibióticos, estrés o cambios hormonales.

Una buena forma de combatir estas situaciones es la toma de probióticos. Se trata de un suplemento alimentario que está creado a base de microorganismos vivos que ayudan a volver a restablecer ese equilibrio perdido. Los probióticos son de gran ayuda sobre todo en casos en los que se sufra de gases, hinchazón, pesadez o diarrea. Con relación a esta última, se estima que el 40% de niños y adultos suelen sufrir de diarrea cuando toman antibióticos, ya que destruyen parte de las bacterias que viven en el estómago.

¿Cómo trabajan los probióticos?

La característica más importante de los probióticos es que son capaces de sobrevivir en el tracto gastrointestinal. La gran importancia de esto es que nuestro intestino es un “asesino nato” de sustancias y microorganismos nocivos para la salud.

Gracias a ese afán por sobrevivir que tienen los probióticos, los humanos conseguimos aprovecharnos de ciertos beneficios. Ayuda a equilibrar la flora intestinal y protege frente a los patógenos, previene de diarreas pero también ayudan con el estreñimiento leve, trata la colitis, son de gran apoyo en la digestión de la lactosa y pueden mejorar el sistema inmunológico.

Alimentos ricos en probióticos

A día de hoy, existen una gran cantidad de productos probióticos en el mercado, aunque muchos de los que más aceptación tienen son derivados de los lácteos, sobre todo yogures y leches fermentadas. Esto es porque estos alimentos se han convertido en el vehículo ideal para el aporte de un elevado número de bacterias viables.

Pero actualmente también existe en el mercado una amplia gama de preparados farmacéuticos que conseguirán darnos ese aporte extra que el estómago necesita. Para cada problema que sufra tu intestino o flora intestinal, existe un preparado para mitigar sus efectos e, incluso, acabar con ellos.

Otro tipo de probióticos

De igual manera que el intestino tiene su vida propia y hay una gran cantidad de vida, la mucosa vaginal está poblada de microorganismos que constituyen lo que se llama Flora Vaginal. El equilibrio de esta zona y su flora puede verse afectado por invasiones patógenas, la toma de antibióticos, la bajada de defensas o los malos hábitos higiénicos. La Candidiasis es la consecuencia más frecuente, y el uso de probióticos vaginales previene de la aparición de este tipo de infecciones.

Durante las gastroenteritis infantiles también puede ser aconsejable la toma de probióticos. En este caso hablamos del lactobacillus, que junto al suero de rehidratación suele ser el tratamiento más adecuado en casos de diarreas o gastroenteritis en niños. De igual manera, puede ser muy útiles en caso de los cólicos de los lactantes.

Recuerda acudir a un especialista en caso de creer que tu cuerpo necesita de la toma de probióticos. Consulta con un médico o un farmacéutico y que sean los profesionales quienes te aconsejan que es lo que tu organismo necesita.


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