¿Cuál es la excusa número 1 para no hacer ejercicio? La falta de tiempo. Por supuesto, todos estamos ocupados al manejar múltiples prioridades y corriendo de aquí a allá todos los días. Sin embargo, te prometo que no importa lo ocupado que se está, alguien aún más ocupado que tú está practicando deporte en estos momentos. Si se mira de cerca, descubrirás que tienes tiempo de sobra al día y que mereces utilizar ese tiempo para ti mismo.

Practicar tan sólo unos minutos de hacer ejercicio físico al día tiene enormes beneficios para la salud, da energía y mejora el estado de ánimo. De hecho, según un estudio publicado por The Lancet descubrimos que si las personas inactivas aumentan su actividad física 15 minutos por día, podrían reducir su riesgo de muerte prematura en un 14% y aumentar su esperanza de vida en tres años. Además, recuerda que “ejercitarse” no tiene que pasar en el gimnasio o durar una hora. Ráfagas cortas de 10 minutos de hacer ejercicio, acumuladas a lo largo del día, pueden aportar grandes ganancias.

No hay excusas para no hacer ejercicio

¿Todavía no estás convencido de que tienes tiempo para hacer ejercicio? ¡Te descubrimos cómo puedes encajar el deporte en tu vida ocupada!

10 consejos prácticos para mejorar la salud en tu día a día

1. Levántate antes. El sueño es definitivamente importante para la salud en general, pero ¿por qué no levantarse y hacer ejercicio antes de comenzar el día? Hacer ejercicio por la mañana tiene numerosos beneficios, incluyendo la regulación del apetito y el aumento de energía. Porque, en realidad, ¿cuántas veces has tenido intención de hacer ejercicio por la tarde o la noche, y al final tiene que trabajar hasta tarde, ayudar a sus hijos con un proyecto o, en general, sólo se siente demasiado cansado para levantarse del sofá? 
 
2. Reduce el consumo de medios de comunicación. Prueba, por unos pocos días, a contar la cantidad de tiempo que pasas navegando por Internet, consultando el correo electrónico personal, viendo la televisión o jugando a videojuegos, ya sea en el ordenador o el teléfono. Quedarías sorprendido por la cantidad de tiempo que pasas en Facebook o jugando a Angry Birds.  Recorta sólo parte de ese tiempo en la pantalla y voilà, de repente tienes tiempo para aprovechar por lo menos 10 o 15 minutos y hacer ejercicio incluso el día de mayor actividad.

3. Conviértete en un espectador activo. No es realista dejar de ver la televisión o evitar Internet para siempre. Así que cuando lo hagas, trata de incorporar algún tipo de actividad física. Mientras ves la televisión, puedes aprovechar para hacer algunos saltos o flexiones durante los anuncios. Haciendo un poco de ejercicio durante los cortes publicitarios puedes agregar hasta casi 20 minutos de actividad por cada hora de televisión que ves. Y en vez de sentarte en una silla cuando estás con el ordenador, trata por ejemplo de usar un balón de estabilidad. No importa cómo lo hagas, trata de no estar más de 20 minutos seguidos sentado.
 
4. Prueba a incorporar un viaje activo. Una de las mejores maneras de hacer ejercicio en tu vida es incorporándolo a la rutina de transporte escolar o laboral. Si vives lo suficientemente cerca, considera ir en bicicleta al trabajo. Si coges el bus, camina hasta la próxima parada, que es un bloque o dos de distancia, o bájate del autobús una parada antes de lo habitual. Si vas en coche al trabajo, aparca lo más lejos que puedas, si es posible.
 
5. Que sea parte de tu rutina. Una de las razones de no incluir el ejercicio en un horario ocupado se debe a que no estamos acostumbrados a hacerlo. Por ejemplo, se necesita tiempo para cepillarse los dientes por la mañana, pero lo haces, ¿no? Nos cepillamos los dientes todos los días porque es importante y porque es casi una segunda naturaleza levantarse y hacerlo. Empieza a hacer algún tipo de ejercicio, ya se trate de pasear al perro, hacer 10 minutos de yoga o ir a dar un paseo en bicicleta después de la cena, y conviértelo en una tradición diaria, como ducharse, lavarse los dientes o tomar un café en el trabajo. Es fácil hacer ejercicio durante unos pocos días, pero al incorporarlo en tu rutina diaria, como lo harías con la higiene, pasará de ser fuerza de voluntad y se convertirá en hábito.

6. Mezcla la socialización con hacer ejercicio. Normalmente usas el tiempo con tu familia o amigos para ir a cenar, ver deporte en la televisión o ir al cine. Planea tu tiempo social de forma más activa y planifica eventos que conlleven la práctica de hacer ejercicio: una caminata familiar en una hermosa mañana de sábado, jugar un partido de fútbol con los amigos o quedar en el gimnasio. Hay muchas opciones para exprimir más la actividad deportiva en tu calendario social.

7. Convierte las tareas en hacer ejercicio. La limpieza no es la actividad más divertida, es algo que todos tenemos que hacer, y que sin duda puede ser un entrenamiento si quieres que sea. Establece un temporizador de cocina durante 20 minutos y trata de limpiar una parte de la casa en ese tiempo. Trata de ser más eficiente y al ritmo más rápido posible, y seguro que trabajas hasta sudar.
 
8. Programa un calendario. Si programas una cita con el médico, ¿por qué no contigo? ¿Qué hay de una reunión de negocios? La planificación del ejercicio es realmente tan importante como ir al médico o cualquier otra obligación de prioridad. Tener un horario ayuda a realizar mejor las tareas como trabajadores, padres, estudiantes o voluntarios, y te mantiene en plena forma. Así que trata de programar una hora para ir a esa clase de ejercicio en grupo, sesiones de entrenamiento personal o incluso hacer ese DVD de entrenamiento durante la hora del almuerzo. Escríbelo en tu calendario y trátalo como cualquier otra cita que no te puedes perder.
 
9. Encuentra una actividad que te encante. Piensa en tu pasatiempo favorito. ¿Tienes problemas para encontrar tiempo para hacerlo? Lo más probable es que busques tiempo para ello porque te gusta mucho. Lo mejor es elegir una actividad física que realmente disfrutemos y tengamos ganas de hacer. No sólo es más probable que lo hagas, sino que también añades más diversión a tu vida.
 
10. Di no. Si tras haber leído esta lista de consejos no crees que ninguno vaya a funcionar, entonces es el momento de mirar hacia tus prioridades y responsabilidades. ¿Qué tienes que hacer de verdad? Recuerda que no hay nada de malo en decir que no. Sí, todos tenemos obligaciones para con los demás, pero no nos podemos olvidar de la obligación que tenemos con nosotros mismos para el cuidado de nuestra salud.
 
Recuerda, hacer ejercicio te da energía y te mantiene saludable para seguir adelante en esta ajetreada vida.


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